Según cita el IIHS, el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras, la agencia financiada por la industria de seguros, una nueva prueba de choque encontró que nueve de los 15 crossovers pequeños probados obtuvieron una calificación de “Pobre” en la protección de los pasajeros traseros.
La nueva prueba de superposición frontal moderada que simula una colisión frontal de dos vehículos de peso similar que viajan a menos de 40 mph examinó el impacto en los pasajeros del asiento trasero.
El IIHS agregó un maniquí detrás del maniquí del conductor para reproducir una mujer pequeña o un niño de 12 años en el asiento trasero. La prueba original se lanzó en 1995 y mucho ha cambiado en las carreteras desde entonces.
En los últimos años, las cabinas de los automóviles tienen zonas de deformación más rígidas, por lo que hay menos deformación por un choque frontal en la cabina de pasajeros.
La adición de más bolsas de aire y cinturones de seguridad avanzados ha beneficiado aún más a los pasajeros delanteros. Desde 2007, el riesgo de lesiones fatales en un choque es un 46 % más alto para los pasajeros traseros con cinturón que para los pasajeros delanteros, según el IIHS.
Cada uno de los 15 crossovers pequeños recibió las mejores calificaciones de “Bueno” en la prueba original que examina solo el maniquí del asiento delantero. Originalmente, la mayoría de los vehículos probados en 1995 obtuvieron calificaciones de “Marginal” o “Pobre” para el maniquí delantero.
“Gracias a las mejoras de los fabricantes de automóviles, los conductores de la mayoría de los vehículos tienen casi un 50 por ciento menos de probabilidades de morir en un choque frontal hoy que hace 25 años”, dijo el presidente del IIHS, David Harkey, en un comunicado. “Nuestra prueba actualizada es un desafío para fabricantes para llevar esos mismos beneficios al asiento trasero”.
El IIHS actualiza sus pruebas para que más fabricantes de automóviles obtengan calificaciones de “Bueno”
Este año, el IIHS instituyó una prueba de impacto lateral más dura para reflejar las velocidades más rápidas y los vehículos más pesados y altos que proliferan en las carreteras modernas. La prueba de los faros es otro criterio para ganar el codiciado premio Top Safety Pick.
La prueba de superposición frontal sigue siendo la misma, pero el maniquí adicional se prueba para detectar un riesgo excesivo de lesiones en la cabeza, el cuello, el pecho, el abdomen o el muslo.
Las lesiones en el pecho fueron un enfoque particular, ya que son las lesiones graves más comunes en el asiento trasero de los adultos. También prueba para ver si el cuerpo se “hunde” debajo del cinturón de seguridad.
Los únicos vehículos que obtuvieron las mejores calificaciones de “Bueno” fueron el Ford Escape y el Volvo XC40, que mostraron un riesgo mínimo de lesiones para los pasajeros del asiento trasero.
El Toyota RAV4 obtuvo una calificación de “Aceptable” debido a un cinturón de regazo que se desplaza y que podría aumentar el riesgo de lesiones abdominales. El Audi Q3, Nissan Rogue y Subaru Forester obtuvieron calificaciones de “Marginal” por mayores riesgos para la cabeza, el cuello o el pecho.
Se aplicaron calificaciones “pobres” al Buick Encore, Chevrolet Equinox, Honda HR-V, Honda CR-V, Hyundai Tucson, Jeep Compass, Jeep Renegade (que es realmente un Fat 500X) y el Mazda CX-5. Los maniquíes CX-5 y HR-V experimentaron el submarinismo.
“En los nueve vehículos con mala calificación, las mediciones de lesiones indicaron un alto riesgo de lesiones en la cabeza, el cuello y el pecho para el pasajero trasero, y el cinturón de seguridad ejerció fuerzas excesivas en el pecho del maniquí de la segunda fila”, informó el IIHS.
